martes, 20 de marzo de 2012

Tengo miedo.

No es cuestión de que algo te haga feliz o no. Es cuestión de si tú quieres serlo. Y no, yo no quiero. No me apetece ser feliz, tengo pavor a la felicidad. Cada vez que llego a ser feliz completamente, algo lo arruina completamente. ¿Qué más me da, ser una infeliz el resto de mi vida desde ahora, que serlo a ratos?
Es por eso que siempre pensé que la felicidad no existe. Que es como un amago de flotador que te lleva a la superficie de una humanidad llena de odio, rencor, sangre y destrucción. Y por muy bien agarrado que estés a ese flotador, siempre habrá algo que te agarrará y tirará de ti, bajándote y obligándote a derrocharte con él. Y verás como se esfuma esa felicidad, mientras esa puta realidad tira de ti hacia el terreno en el que pueda ganarte sin que tú puedas ni tocarlo, ese sitio donde puede hacerte un Fatality y un Perfect en la misma partida.

Yo soy una persona inestable emocionalmente hablando. Muy inestable. Pero esté como esté, siempre tengo miedo, de todo y de todos. Sé por experiencia propia que alguien que ni conoces puede destrozarte por dentro. ¿Cuándo sabes a ciencia cierta que alguna de las millones de personas que hay en el mundo no va a acabar contigo? Es odioso, como algo totalmente ajeno a ti, hasta el punto en el que ni conoces su existencia, puede romperte por dentro. Pero, ¿y si es alguien más cercano a ti, quien te lastima? No me gusta hacerle daño a la gente, pero sí me gusta hacérmelo a mi misma, tanto física como psícológicamente. Martirizarme, quemarme, hacerme llorar, llenarme la cabeza con historias y con mentiras que yo misma sé que son mentira. Y yo tengo miedo. No quiero salir del calor de mi cama. Quiero estar allí por el resto de mis días. Que sea despertarse, existir sin más, dormirse, y así. No quiero tener que lastimarme para mantenerme en un nivel intermedio entre felicidad y malestar. Quiero que sea automático, no tener sentimientos, poder asumir los hechos con total normalidad y sin asombrarme de nada. Pero llegan eses individuos que, tras lastimarte y hacerte llorar sangre por dentro, te dicen 'te quiero' y te tocan en lo más hondo de tu alma, y no eres capaz de devolverles la moneda. Pero paso. Completamente. Dime, ¿dónde estabas cuando necesité que me curaras? Ahora es tarde, aprendí que mis heridas pueden curarse con mi propia saliva. Aprendí a ser lo suficientemente fuerte como para seguir caminando sola.

No, la felicidad no existe. Es un estado mental, que nada tiene que ver con lo material, y que es tan efímero como el mismo hecho de un suspiro. Puede que ahora mismo me haya convertido en un monstruo, no lo voy a negar, ¿para qué? Pero haberlo hecho ahora, que voy a iniciarme en ese viaje tan temido por la humanidad llamado vida, hará que no tenga que sufrir luego como un soldado herido, si no que moriré por dentro antes de que nada pueda matarme.

sábado, 17 de marzo de 2012

Now I'm a hater.

Yo solía ser feliz antes de que se pusiera de moda. Solía salir a la calle sonriendo sin necesidad de alterar mi estado con droga alguna. Normalmente, salía de casa cuando estaba lloviendo porque me gustaba mojarme. Y cuando hacía sol, iba a cualquier lado donde me diera de pleno, hasta que me quemara y tuviera esa sensación de que se te derrite la piel. Pero mis días preferidos, eran en verano, cuando estaba el cielo totalmente nublado. Un calor grisáceo perfecto para tumbarse en cualquier calle a dejar que la vida se te escape como el humo que desprende tu cigarro. Y yo era feliz, teniendo poca cosa estaba bien, pero con todo lo que tenía yo, aquello era más que estar bien. Era una euforia continua. Dormir sonriendo y tras 6 horas de sueño levantarse a carcajada limpia. Era genial.
Hoy ya se me pasó. Ahora todo el mundo es feliz. Los veo y pienso '¿Yo era así de estúpida?' Y no puedo evitar reírme. Todo el mundo vive soltando euforia por todos lados, como su sufrieran una trisomía 21. Y yo aquí, existiendo sin más. Vivo para salir de mi casa y hacerles sonreír de vez en cuando. Les demuestro que no estoy sufriendo aunque es posible que me esté carcomiendo la muerte por dentro. Ahora no dejo que mi vida se escape, es que la obligo a irse, fumándome todo lo que encuentro. De vez en cuando dejo que las sonrisas vean la luz, recordando viejos tiempos, cuando aún eran buenos. Voy por la calle, andando sin más, y mi único objetivo de cada día es acabar viva. Si consigo un porro que cunda y una birra, me pongo matrícula. Paso las clases moviendo la tinta de los bolígrafos, pensando en llegar a casa y acostarme en cama hasta el día siguiente. Y llego a casa, me acuesto y solo pienso en que llegue la hora de volver a clase.
No soy feliz. Pero tengo asumido que nunca llegaré a serlo. Y no me encuentro mal.
Con eso debería ser suficiente.

viernes, 9 de marzo de 2012

Suttung sitt mjød, det magiske mjød, det daglige brød.

A la luz del nuevo día voy a desaparecer
La realidad corta profunda
¿Sangrarás conmigo, mi Selene?

Cada vez que pienso en el universo, en la distancia que hay de donde estoy a la luna que veo por las noches, en la muerte de una estrella, la cual seguiré viendo años después de su extinción, de como una simple roca podría destrozar todo, en como un planeta atrae a otro, en como creemos que una simple estrella nos ayudará, nos concederá un deseo, en, todas las vidas que debería usar para entender solo una pequeña parte de ese todo, en las cosas que ni siquiera conocemos y que quedan por descubrir....cada vez que pienso en millones de estrellas tejiendo un manto invisible en el cielo, cada vez que me doy cuenta, que no soy nada, y, aún asi, puedo ser, y hacer millones de cosas, buenas y malas, cada vez que pienso en la oscuridad del universo adornado con unas cuantas gotitas de luz...no sé porque, quizás por estoy loco, quizás porque estoy drogado, quizás porque mi mente entiende el todo, pero, estoy en paz conmigo mismo.

Krossad och skadad och bruten itu, systematiskt raserar jag allting som, någonsin betytt något för mig. Med ett leende maniskt likt en autobahn bred, Inser jag slutligen svaret till jag inte vill leva något mer. Därför att ingenting, ingenting spelar någon roll.
Förtivlan, min arvedel.