Siempre que no busco nada en concreto es cuando me encuentro con lo mejor que tengo y conozco. Mala hostia, melómana, odio la gente pero me gustan las personas. Sarcasmo, idiotez, pasotismo, asesina del romanticismo. Y este blog, es solamente una cura para atacar contra mis tumores llamados 'sentimientos'.
Una historia, en tus ojos, puedo ver como te hiere en tu sonrisa. Déjame saber qué es lo que perturba tu mente, déjame ser quien te haga ser feliz cuando te sientas decaído. A través de todo lo que venga, o todo lo que se vaya, yo estaré a tu lado, yo caminaré a tu lado. Déjame ser quien te entienda, quien cuide de ti, cuando no sepas a dónde coño ir. Dime, una vez más, que es lo que te hace sangrar por dentro. Y déjame ser quien te guíe si tú pierdes la noción del tiempo y te sales de tu camino. Cuando todo esté mal, cuando la esperanza te abandone, piensa que otro sol brillará. Piensa que, yo siempre estaré a tu lado para ayudarte, amor. Siempre. Ya lo sabes, en las buenas, en las malas, en las aparentes y en las invisibles. Porque soy yo quien más te quiere en el mundo, quien más se preocupará de ti, quien más te recuerda como si fueses su respirar. Porque soy yo quien te necesita, siempre, a todas horas, y siempre que me siento sola, escucho una de nuestras canciones, y ya me siento como si, al moverme un centímetro para atrás, pudiera rozarte. Y pudiera escuchar de tus labios que estás a mi lado. Aunque en realidad, no me haga falta. Porque sé que siempre, SIEMPRE, estarás ahí. Te quiero, más que a nada.
''Y el villano, por una vez en la historia, fue quien hizo feliz a la princesa, prometiéndole tierras escondidas en un bosque y como único sustento, él mismo.''
Nadie más que yo puede enseñarte lo que es tu propia vida.
Todo ardiendo, quemándose, derritiendo un puñado de vidas que no llegaban para alimentar mi alma. ¿Correr? Es inútil, cuando tu vida está condenada a la muerte, no merece la pena correr. Te ofrecí la salvación, le incité a que alzaras la mano para poder cogerte. Te negaste, como el resto de tus hermanos, malditos sacos de huesos con almas despiadadas, encadenadas desde su nacimiento a quemarse eternamente bajo los infiernos. Ahora que estás en tu lecho de muerte, dime, ¿no vas a recapacitar? La esperanza no es una senda hacia la salvación, es simplemente una curva más antes de llegar a tu putrefacción carnal. No servirá de nada que guardes esperanza en tu caja de Pandora. Aún así, ¿qué esperas? ¿Que tienda otra vez mi brazo, pues es el único que puede salvarte? No, sabes que no lo haré, que es imposible. Si una vez me mordiste intentando salvar la misma causa, ¿qué es lo que te impide hacerlo una segunda vez? Sabías que este momento llegaría, que la balanza de la justicia se inclinaría hacia mi, que ibas a recibir mi castigo. No quieres que te lo perdone, no quieres clemencia, no quieres piedad. ¿Qué quieres entonces? Es lo que tú te buscaste lo que ahora tienes. Si en tu interior solo viven gusanos alimentándose de la poca carroña que tienes apta para ellos, si solo deseas hacer feliz para ser feliz; dime, ¿qué esperabas? Tu alma será mía esta noche, y esta noche no terminará nunca. Que salga el sol, no quiere decir que se haga de día. Disfruta de lo que te queda de libertad vigilada. Vigilada por mi. En cuanto el sol desaparezca, serás más mío que nunca. No me interesan las almas de tus hermanos, eres el único que me interesa de tu raza. ¿Qué tienes de especial? Será el asco y horror que tengo a los puñados de sentimientos como tú. Pero hoy, hoy se hará venganza. Todas las vidas que robaste, los caprichos que suciamente pagaste; todo el mal que causaste en mi mundo, hoy será recompensado con tu cabeza. Mírate ahora, y compara con lo que antes eras. Sigues igual, aunque no te lo parezca. Nunca fuiste nada ni tuviste nada tuyo realmente. Ni tu alma, ni tus actos, ni tus pensamientos eran tuyos. Ni lo material ni lo espiritual te perteneció nunca. Ahora eres un pobre desalmado, que vaga como puede por un mundo en llamas, abrasándote a ti mismo aunque estés gélido realmente. Eso es, muerte es lo que pides, tu muerte ya. Sabes que la mereces, y ansías morir ya para acabar con ese sufrimiento. ¿Pero sabes? No será así. Podré dejarte en vilo, rodeado de las arduas llamas del infierno sin un mañana al alcance de tu vista. Podré dejar que se derritan tus retinas mientras gritas por tu muerte, dejarte sufrir hasta tal punto que dejes de sentir un dolor humano, pero siempre manteniéndote con una mínima rayita de vida, para poder darte más de tu propia medicina. Podría hacerte tantas cosas, y simplemente voy a hacer una. Estás en un pozo, sin fondo, a punto de caerte. Rechazaste una vez mi ayuda. Miraste mis ojos verdes directamente, cuando quise salvarte, y sin embargo destripaste mi alma escupiéndole encima. Hoy, soy más fuerte de lo que nunca podrías llegar a imaginarte. Cuando aplaste tus dedos, partiéndote los huesos, desquebrajando lo que quede de ellos, tus uñas se aferrarán a mi cual águila agarra su presa en el aire. Y no caeré ni una vez más en ti, esta vez te pudrirás en lo más hondo del infierno, esperando a que vaya a destripar tu alma y desintegrar lo poco que quede de ti de la manera más horrenda e insufrible que exista.
Hasta que te lo enseñe, has de ir caminando a tientas.
Mira, ¡mira cuánto puedo aguantar! Podrás fingir que no existo para ti, pero yo puedo reírme de ello. Pero odié cada minuto en el que estaba esperando tu respuesta, y odié cada día que te olvidaste de llamar. Me hizo sentirme decaída. Tan decaída... Navidades del 98. Intenté llamarte, no podía esperar más.Tu mensaje no llegó a tiempo, así que metí mi voz en tu máquina. No respondiste. OK OK OK, tú ganas, me haces sentir decaída. Tan decaída...